Y yo a qué me reduzco?

A una sonrisa somnolienta?
A un suspiro profundo?
A la pura contemplación de la figura del espejo?
A la limitación de robarte una palabra y guardarla?
Al atrevimiento de mirarte fijo?
A dormirme en un colchón de hojas secas?
Al grito desaforado en el desierto?
A la búsqueda del regalo diario?
Pero aparecés vos, mirés donde mirés se despeja! Siempre!

14.5.11

No inventé mil canciones ni subí corriendo el Aconcagua.

No intenté olvidarte ni hacer marcha atrás.
No me bajé del tren ni quise despedirme.
No leí la Biblia en un día ni apagué el fuego.
No resucité ideas ni construí murallas aleatorias.
No escribí lo justo y necesario ni logré decirte te amo.
No escuché la melodía más triste ni elogié a Maradona.
No di paso al costado ni me arreglé para vos.
No canté con el gallo ni te cerré la puerta.
No fui sola a Europa ni logré tararearte al oído.
No me ahogué en un vaso con agua ni te oculté el sol.
No te regalé cien orquídeas ni probé cosas extremas.
No espanté a la soledad ni divisé el horizonte.
No sacié mi locura ni escribí mi nombre en la arena.
No me bañé en un tina con rosas ni me quité tu abrigo.
No me saqué una foto con la guardia suiza ni presencié un milagro.
No recorrí un hormiguero ni sucumbí a estandartes.
No tengo estereotipos ni me interesa lo vulgar.
No entendí muchas cosas todavía.
No llegué a la cima. Todavía.

 
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